domingo, 20 de julio de 2014

Capítulo 62: Nervios, sudor y lágrimas.

12 de Noviembre 2013.
Florianópolis.

Hoy era el día D... de Detran. El día en que debía realizar de una vez por todas la transferencia de la moto que compré hace casi un mes en Río de Janeiro. En el momento en que hice oficial el pago al vendedor en el Cartorio (un Cartorio es una especie de juzgado civil o notario público aquí en Brasil, donde se oficializan documentos, se ponen sellos y se dan permisos varios, etc...) tenía 30 días para realizarla. Por un motivo u otro, decidimos materializar esa gestión ya en ruta, en cualquier localidad que nos pillara a mano. Desde que empezamos Suso y yo, hemos tenido otros quebraderos de cabeza que nos han desviado un poco la atención de éste tema: mi avería inicial, la avería todavía más grave de su Suzuki, nuestros puntos de vista diferentes en cuanto a la ruta y estancia en los sitios, etc... Ya yo sólo en la ruta, la primera oportunidad que se me presentó para realizar la transferencia fue en Curitiba. Al día siguiente de llegar allá, fui a un Despachante (una especie de Gestoría privada) y les expliqué mi caso. Me explicaron a su vez que en Curitiba el Detran (Jefatura de Tráfico Brasilera) no concede transferencias vehiculares a aquellas personas que no pueden acreditar ser residentes en Brasil, mediante un documento llamado RG o algo así. No vale nada más que eso, y son inflexibles, según el despachante que consulté. Al decirles que me dirigía a Foz do Iguazú y pasar la frontera de Argentina por allí, ellos llamaron a otro despachante de allí, les contaron mi caso y me dijeron muy sonrientes que todo estaba solucionado, que en el despachante de Foz me "fabricarían" el papel que necesitaba. Aliviado, ya en Foz me dirigí a ellos confiado de mi suerte... Me presento allí:

- Ola bom día, soy Aritz, el chico que tenía aquel problema con tal despachante en Curitiba...
- Ah si, siéntate por favor.... ¿traes todos los documentos?
- Si aquí están, mira: pasaporte, CPF (número de identificación fiscal brasilero que tuvimos que solicitar en Recife, porque era lo único que sabíamos seguro que íbamos a necesitar), el recibo de compra de la moto con el sello del Cartorio de Río de Janeiro, los documentos del vehículo...
- ¿Y el Comprobante de Residencia?
- (cara de tonto) eeeee.... ¿cómo dices? los de Curitiba me dijeron que me haríais vosotros ese papel, por eso vengo concretamente aquí, me dieron ellos la dirección después de hablar con vosotros por teléfono, mira...
- Ah pero es que (palabras incomprensibles para mí en portugués) y les entendí mal, ya puedes disculpar... Es que aquí en el Detran del estado de Paraná sólo les vale ése documento, sin él va a ser imposible realizar la transferencia, y te quedan 10 días para hacerla efectiva, como te pases de plazo vas a tener que pagar 150 R$ de multa... La única posibilidad que tienes es ir al estado de Santa Catarina, a Florianópolis, que en el Detran de allí les vale con una declaración firmada en el Cartorio de la persona que te aloje...
- O_o (levantándome y yéndome)

A Floripa, como sabéis, llegué el sábado a la tarde después de más de 1.000 km desde Foz. El domingo estaba todo cerrado, había que esperar a ayer. Ayer era el día en que un amigo de un amigo debía alojarme y ayudarme con el tema de la declaración firmada. Le llamé para quedar finalmente con él y me contesta que es que le ha surgido noseké y que ya no puede alojarme.... Mi salvación estaba en Marcio, el propietario del hostel Greenhouse donde me hospedo. Le comenté la jugada y me dió el OK. Hoy por la mañana me imprimiría una declaración, la firmaría y me daría una factura de la luz como comprobante de residencia, y con ello me sellarían la declaración en el Cartorio por 3´60 R$. Así fue, y con la declaración sellada me dirigí al centro de Floripa, distante 16 km, al primer despachante que encontrara. 
Entro en la oficina de uno, le explico todo el caso, le enseño todos los documentos que poseo y me dice: 
- Éste sello del Cartorio no vale.
- QUEEEEEÉ?
- Es que pone "reconocimiento por semejanza de firma", y en el Detran te van a pedir la declaración firmada "por autenticidad de firma".

10 segundos después estaba montado en la moto regresando a toda ostia al hostel para rogar a Marcio que me acompañara al Cartorio, porque su firma debía ser ante la persona que me atendía allí. 
1 hora y media más tarde, y realizada toda esa operación, vuelta de nuevo al centro. El despachante que me atendió previamente estaba cerrado, a las 12 se piran a comer, así que busqué otro que estaba abierto, justo al lado de las oficinas del Detran.

- Olá, ésto y lo otro, blablabla, tengo todo y tal, mira la declaración firmada con sello de autenticidad y toda la ostia... ¿Se puede hacer por fin la transferencia sí o no?
- Esos documentos que tienes te sirven perfectamente, ¿tienes aquí la moto?
- Sí, la tengo ahi fuera...
- Vamos a verla...
La mira unos 10 segundos y entra de nuevo en la oficina.
- Tiene matrícula de Rio de Janeiro, las placas de allí son de menor tamaño que las de aquí. En la Vistoría (especie de inspección ITV brasilera que todos los vehículos deben pasar para completar con éxito cualquier gestión en el Detran) te van a decir que la cambies por una standard de aquí, de Sta. Catarina. No hay problema, te la cambian en 10 minutos. Te puedo hacer toda la operación de transferencia por 375 R$...
- (pasando del blanco al rojo) Pero vamos a ver... eso es una pasta por hacer un papel, qué me estás contando... 375 R$ en concepto de qué??
- 125 de mis honorarios, 150 por hacer la vistoría y 100 por cambiar la placa.
- (del rojo al morado) ¿Tú te has creído que por ser extranjero soy imbécil? Aquí en Brasil me han timado tipos más listos que tú... la próxima vez te lo curras más txabalote...
- No, pero en el Detran te van a decir que...
- Hala venga... (lástima no saber ningún insulto ingenioso en portugués...).

Me dirigí al Detran, que como he mencionado estaba al lado, y cogí turno. Me tocó al de 10 minutos y me atendió una chica majísima. Yo a esas alturas ya no me fiaba ni de Cristo Bendito, así que a pesar de su simpatía había que actuar con un mínimo de recelo:
- Oye mira, soy extranjero, compré una moto en Río para viajar con ella por el continente y necesito la transferencia porque sino no voy a poder cruzar la frontera, etc... Tengo todos los documentos, originales y copias, si hace falta algo más por favor dímelo y me suicido hoy mismo...
- Jejeje, no hace falta... tienes todo lo necesario. No va a haber ningún problema Aritz. Te voy a sellar todo, sólo tienes que ir allí, pagar lo que cuesta hacer el vistoriado y cuando te lo hagan, recibirás tu documento oficial de transferencia en 5 días hábiles.
- Estoo... pero es que no puedo esperar tanto, me voy a Uruguay el jueves... (sudando como un gorrino).
- Ah, no te preocupes, voy a hablar con la supervisora para que te lo den después de la vistoría, aunque es muy tarde ya.... yo creo que tendrás que esperar a mañana, ya lo siento. De todas formas, cuando te hagan la vistoría de la moto aquí al lado, después vienes aquí y te confirmo, ¿vale Aritz?
- Si si si... mañana esta bien, gracias, voy a la vistoria...

Fui a la cola de la vistoría con la moto, cuando me tocó turno me vino el pensamiento de lo que me dijo el despachante por lo de la matrícula, me temí lo peor y empecé a sudar de nuevo y a consumir cigarrillos compulsivamente... Total, que me miran la moto y todo bien. Ni una puta palabra por la matrícula ni nada más. Todo de la ostia, ni un fallo en la Pretinha. Vuelvo donde la chica del Detran:
- Aritz, mañana al mediodía puedes venir a recoger la transferencia.
- ¿A las 12 está bien?
- Perfecto.
- ¿Sabes? Si no fuera porque veo que estás casada, te besaría ahora mismo...
- Jajajaja gracias, suerte Aritz, y buen viaje....

Conclusión: en Brasil hay un montón de establecimientos legales, llámalos despachantes, mecánicos, iglesias raras... cuyas actividades principales son la ESTAFA, el TIMO y el ENGAÑO, y tienen como principal objetivo sacar rentabilidad de la ignorancia del prójimo. 
Me diréis que eso no es nada nuevo, y tenéis razón: en Europa éstas actividades las llevan a cabo otro tipo de gente: políticos, banqueros, la iglesia oficial... La diferencia es que a éstos últimos somos todos nosotr@s quienes les concedemos el permiso para perpetrar sus fechorías...

Capítulo 61: A pelo.

10 de Noviembre 2013.
Florianópolis.

Hoy al ser domingo no ha sido posible empezar con los trámites de la transferencia de la moto, lo dejaré para mañana lunes. 
En lugar de eso he aceptado la invitación de mi compañera de cuarto en el hostel Green House, una italiana treintañera llamada Lorenza, para excursionar a una playa llamada "Praia da Rosa", según ella muy bonita y especial. Pues bien, me puse el bañador, agarré la toalla y salimos del hostel. Tomamos un bus que yo pensaba nos dejaría en algún punto costero de la isla cuando, para mi sorpresa, llegamos a la Estación Central de autobuses de Florianópolis, en plena ciudad.

- ¿Pero no íbamos a la playa? -pregunté a Lorenza en italiano.
- Sí, sí... pero hay que tomar otro autobús, que está un poco alejada.

La dejé hacer. Éstas excursiones improvisadas, sin saber uno exactamente dónde se dirige, es lo que tienen. Fuí tras ella a comprar el boleto y cuando me dicen el precio ya empiezo a flipar un poco: 38 R$!!!

- Pero Lorenza, ¿dónde está la playa esa?
- Está un poco al sur, en el continente, hay que ir hasta un pueblo llamado Garopaba, a unos 80 km...
- 80 km!!! Mejor hubiéramos ido en moto!!!

Ya que estaba allí compré el billete y me dije que al final merecería la pena el gasto. Pensé también que íbamos sin comida, pero seguramente habría algún lugar donde comer barato. Subimos al bus y dejé de pensar. Tras casi 3 horas para hacer esos 80 km, llegamos a Garopaba y todavía había que tomar otro colectivo para alcanzar la playa. Esperando éste bus conocimos una familia brasilera, de Curitiba, con los que congeniamos y nos invitaron a pasar el día con ellos, a lo que gustosos accedimos. Eran un matrimonio de unos 40 años con su hijo de alrededor de 10. Cuando llegamos al pueblito, buscamos el sendero hacia Praia da Rosa y dimos un lindo paseo por él, entre fincas particulares, floridos matorrales y muretes empedrados. Llegamos a la playa al fin y bajo mi punto de vista tampoco es que fuera tan tan tan especial. Lo único que muy cerca del mar había una laguna de aguas calmas y algún arenal por alguna de sus orillas, y por allí nos instalamos, ya que en plena playa pegaba mucho el viento. Nos dimos unos buenos baños en la laguna, cuya agua estaba muy óptima para tal menester. Lorenza se aventuró al mar, pero tuvo que regresar rápidamente por la gran resaca y oleaje que llevaba. La verdad es que, por mi experiencia, puedo decir que Brasil tiene infinidad de playas preciosas, pero realmente son muy pocas las que están adaptadas a un buen baño. Las que no están infestadas de tiburones arrastran muchísima corriente o, como en Río, el agua está bastante fría. Supongo que para los surfistas es casi el paraíso, pero para los nadadores...
Tras un rato chapoteando, el hambre nos acució a todos. Menos mal que estábamos con la familia aquella, porque ni Lorenza ni yo trajimos nada para comer, y por los alrededores no se veía ningún restaurante ni nada parecido, así que nos tuvimos que conformar con picotear algunas galletas y cacahuetes. 
El resto del tiempo allá lo pasamos encaramados a una torre de vigilancia costera que había en las inmediaciones, más que nada para resguardarnos del fuerte viento que pegaba. Cuando nos aburrimos, tomamos el camino de vuelta al autobús. Nos despedimos de la familia brasilera, unas personas tremendamente amables con los que pasamos unas gratas horas. El viaje de vuelta fue eterno; tardamos como 4 horas en llegar de vuelta a Floripa debido a unas tremendas retenciones y nos bajamos del bus ya de noche. Para más inri, el colectivo de vuelta al hostel estaba ya fuera de servicio y hubo que tomar otro que nos dejó algo alejados y tuvimos que regresar caminando por la carretera en total oscuridad. Yo estaba ya bastante mosqueado, debido al hambre atroz que arrastraba y la absoluta falta de previsión de Lorenza que, tal vez como mujer italiana acostumbrada a que la colmen de atenciones, pensó que el género masculino se encargaba intrínsecamente de ese tipo de cosas.
Para redondear una jornada a todas luces decepcionante, llamé al amigo de Marcelo que me iba a alojar a partir de mañana y me dijo que finalmente no podía. Necesito desesperadamente alguien que declare en el notario que me está alojando para poder realizar la transferencia de la moto, de lo contrario no podré salir de Brasil con ella...











viernes, 18 de julio de 2014

Capítulo 60: "Dios" me guía.

9 de Noviembre 2013.
Etapa 13: Campos Novos - Florianópolis. 375 km.

He llegado a Floripa por fin, sano y salvo... pero con unas contracturas en la espalda que serían la delicia de cualquier fisioterapeuta. 
Emulando la estrategia de ayer, me desperté temprano, aproveché el desayuno del hotel para hacerme unos bocatas como ya viene siendo habitual, y como dejé casi todo el equipaje ya enganchado en la moto, fue salir rápidamente de allí. 
La ruta era fácil: seguir toda la BR-282, que lleva directamente a la ciudad de Florianópolis. Ha sido un trayecto largo, pero tranquilo, con tiempo para parar a descansar y ver cosas interesantes por el camino. Así, poco antes de llegar a Lages, ví un letrero que ponía "Salto de Caveiras", y me metí por un camino unos 3 o 4 km hasta llegar a lo que parecía un lago, mas se trataba de una represa metida entre colinas. En un recodo de aquella carreterilla se apostaba una jauría de perros al acecho que salió detrás mío con claras intenciones mordedoras, pero les dí esquinazo. Unas fotos de la represa y seguí camino. Pasando Lages, en un pueblo llamado Bocaina do Sul, un letrero indicaba "Cachoeira do Bocaina", pregunté en la gasolinera si estaba muy lejos y me indicaron que a unos 8 - 9 km. Vale, pues allá fui. Lo que no me dijeron es que el camino hasta allí iba a ser todo de ripio, con unas piedras en el camino que me hicieron temer por mi querida moto. Pero Pretinha es mucha Pretinha y tras hacer un poco de trial por unas cuestas al 20-25%, llegué a la parte superior de la cascada, ya que toda la parte inferior estaba cerrada al público, pues forma parte de un Condominio o comunidad privada. Las vistas de todo el valle y el Condominio eran magníficas, a la derecha del camino había una represilla que dejaba salir un pequeño cauce, el cual iba a parar directamente al lado izquierdo del sendero por debajo de un puentecillo de madera. Tras una decena de metros, el cauce se precipitaba por un abismo vertical de unos 150-200 metros en caida libre. Una pena no poder verla de frente, pero allí mismo, al borde del precipicio, realicé la comida del día.
Desde ese punto hasta Floripa quedaban unos 165 km, 130 de los cuales los he hecho sobre un trazado divertidísimo. Hay una zona que llaman "El Valle Europeo" que es fabuloso para ir en moto. He disfrutado mucho hoy conduciendo a Pretinha, si señor. También ha habido la típica anécdota del conductor brasilero loco.... Ésta vez han sido uno que venía de frente y ha decidido acortar camino cortando la curva sin importar que yo ocupara el carril contrario, y la estrella de hoy: uno que me adelanta en una recta larguísima sin tráfico en el carril contrario... por nuestro mismo carril y casi rozándome el codo. Es de traca, porque me adelanta y en la parte trasera del coche tenía una pegatina que decía "Dios conduce por mí"... Después de eso, obviamente, me cagué en dios. ¿O tal vez sea por esa costumbre mía que dios me quería atropellar? Misterios de la vida...
Pues nada, que ha sido un viaje bastante agradable y he llegado a la capital del estado de Santa Catarina, una ciudad grande, situada en una isla unida al continente por un par de puentes que mañana fotografiaré porque son muy chulos, y que tiene una pinta estupenda, con muchas playas y tal. 
Me he alojado en un hostel muy barato por ésta noche, pero tengo que llamar a un amigo de Marcelo, que es quien me va a alojar aquí a partir de mañana. 
Los siguientes días serán para hacer las gestiones de la transferencia, estar con Marcelo Gonzalez Brasil que llega el miércoles, y explorar la isla... Ya iré colgando detalles. Ciao!







Capítulo 59: La cabeza en otro sitio.

8 de Noviembre 2013.
Etapa 12: Pato Branco/Clevelandia - Campos Novos. 
Km entre los 2 puntos: 295. Km realizados: 435.

Tremendo. Lo de hoy ha sido terrorífico para la pobre Pretinha, que me está respondiendo como una gudari... y todo culpa mía.
Me levanté tempranito con los primeros rayos de sol en el mini-Maracaná donde monté la tienda anoche, recogí todo con tranquilidad y me puse en marcha. Pasé Palmas y antes de llegar al cruce con la BR-153 paré un rato en un restaurante de carretera para desayunar, coger de la mochila algo de ropa de abrigo porque pegaba viento fresco y echarle un poco de aceite al motor. Aproveché también para pedir permiso al camarero para poner a cargar el celular. Bien, pues al de un rato reanudé el camino. Ya en la BR-153, tomé un desvío que ponia dirección Joaçaba, que era una de las ciudades por las que tenía que pasar, y realicé uno de los mejores paseos que he dado hasta ahora; curvas en cuesta, paisaje imponente, yo sólo en la carretera y todo eso... En Agua Doce paro a echar gasofa:

- Olá, boa tarde, gasolina aditivada por favor...
- Completo?
- Sí, completo. Voy bien para Joaçaba?
- Sí, por ésta carretera vas bien, pero tomaste el desvio equivocado, ibas más rápido por la BR-153.
- Sí? Bueno no importa, por ésta carretera voy solo y es una gozada... Por cierto, tienes hora?
- Las 13:00
- Mierda puta!!!!

No pasaba nada con la hora. Iba muy bien de tiempo, incluso mejor de lo esperado. Lo que pasaba era que justo en ese momento me acordé de que había dejado el móvil cargando en el restaurante aquel y se me olvidó cogerlo antes de irme. Y eso fue 70 km atrás....
Rapidamente, di la vuelta y realicé un raid frenético por la maravillosa carretera que previamente había disfrutado con calma y tranquilidad. Hice los 70 km de vuelta en poco más de media hora, pero sin percances, agarré el movil que me estaban guardando los tíos del restaurante, me autoridiculicé 100 veces delante de ellos y volví a ponerme en ruta, ésta vez sin olvidar nada.
Nada más salir de allí, un hijodelagrandisimaputa de esos de los que hay a miles en el mundo, se puso a adelantar un camión en el carril contrario al mío. El malnacido venía como un loco frente a mí y, como es costumbre parece ser en Brasil, el camión no aflojaba y el que adelantaba menos, así que... o me tiraba al arcén o me lo comía de morros. Ha sido el peor momento del viaje, pero lo salvé. Sólo mi casco sabe lo que llegué a jurar en hebreo, arameo y sánscrito...
Y 165 km después estaba en la ciudad de Campos Novos. He encontrado un hotelillo que por 35 R$ me dejan dormir, desayunar, escribir éstas crónicas y meter la moto sin soltar el equipaje de la parrilla en la cocina. 
Mañana llegaré a Floripa. Son 300 y pico km, pero creo que con lo de hoy puedo poner la mano en el fuego por Pretinha a que llegamos...


Capítulo 58: Hacia Florianópolis.

7 de Noviembre 2013.
Etapa 11: Foz do Iguaçú - Pato Branco/Clevelandia. 365 km.

Como ya insinué en la crónica de ayer, los planes previstos para la inminente entrada en territorio argentino se han tenido que cancelar. Al parecer, me ha sido imposible completar la transferencia de la moto en el Estado de Paraná puesto que es imprescindible un documento que llaman "Comprobante de Residencia". En Curitiba me aseguraron que aquí en Foz do Iguaçú me conseguirían el citado papel, pero se hicieron la picha un lío. No me queda mas solución que dar la vuelta e ir a la capital del Estado mas al sur, Florianópolis - Santa Catarina, donde me encontraré con mi viejo amigo de mis tiempos londinenses Marcelo González. 
Con esas, ésta mañana recogí la tienda en el hostel, me despedí de los compis moteros y me puse en marcha con la intención de hacer el máximo de kilómetros posibles. Al de 16 km de salir de Foz, paré en una gasolinera Ipiranga para repostar y cambiarle el aceite a la Pretinha, que ya le tocaba otra vez y hoy iba a exprimirla un poco. Entre pitos y flautas, salí sobre las 11 de la mañana dirección Cascavel, y en las cercanías, con ya 100 km en las espaldas, tomar un desvío hacia el sur, siempre dirección Francisco Beltrao. El perfecto asfalto se convirtió en un piso parcheado, lleno de baches, 1 carril por sentido e infinidad de camiones. Mucha concentración y muchas contracturas en espalda y hombros. El piso mejoró despues de casi 80 km y crucé el rio Iguazú por un paraje espectacular. Los siguientes 60 km me divertí en un trazado pleno de curvas que se presentó. Llegué a F. Beltrao y como todavía eran las 16:15 quise seguir hasta Pato Branco, distante 65 km. En un pueblo, la carretera daba un giro de 90 grados después de un semáforo y el camión trailer de mi izquierda me echó el remolque encima al girar y me tiró la moto. Todo quedó en un susto y varios mecawesuputamadres, ya que iba casi parado y la moto no sufrió desperfecto alguno afortunadamente. En Pato Branco busque alojamiento, pero era todo muy caro y ya era tarde para dar vueltas por la ciudad, así que decidí acampar por libre fuera del núcleo urbano. Tire unos 10-15 km más por la carretera, ví un campo de futbol a mi izquierda y busqué la casa más cercana para pedir permiso a los vecinos para montar la tienda. Sin problemas, dijeron, y allí mismo dormí.









domingo, 6 de julio de 2014

Capítulo 57: Milagros y desengaños.

6 de Noviembre 2013.
Foz do Iguaçú.

Ayer recibí mensaje de Suso diciéndome que había llegado a Foz. Mi incredulidad fue inmediata: eso significaba que había recorrido unos 700 km en sólo 2 días con una moto de 125cc. que rebosaba (no es metáfora) aceite del motor yendo a 50-60 km/h. 
Quedé en ir a buscarle ésta mañana al hostel donde había pernoctado ésta noche, en otro barrio diferente a donde estaba el mío, y eso hice.
Llegué allí con mi moto sobre las 10 de la mañana y le pregunté cómo había hecho para llegar tan pronto. Me dijo que le dió kaña, haciéndo 300 y pico km cada día, algo que anteriormente le parecía una locura pero que, supongo, en el estado en el que se encontraba ya su moto le daba ya igual realizar, puesto que venía con la intención de venderla aquí en Foz. Sea como fuere, le dije para ir ésta mañana a las cataratas, pero declinó mi invitación aduciendo que iba a emplear la mañana en recorrer talleres para ver si alguno estaba interesado en la compra de su Suzuki. Entonces le comenté que el tema de la transferencia de la moto también se había complicado y que mañana debía partir sin demora hacia Florianópolis, puesto que era el último sitio donde tenía oportunidad de tramitarlo y quedaban unos 7 días para que expirara el plazo, por lo cuál hoy era mi día señalado para ir a ver las maravillas. Así que tanto tiempo esperándole para al final ir en solitario... en fin, serafín. 

A pesar de la decepción, quedé todavía con él para por la tarde ir a tomar algo y contarnos nuestras aventuras desde que nos bifurcamos cerca de Sao Paulo.


Entonces, me puse en marcha hacia las Cataratas del Iguazú. El día era excelente: sol y unos 30º de temperatura. Recorrí los aproximadamente 20 km desde Foz hasta la entrada del Parque Nacional y dejé la moto candada en el parking gratuíto, a la sombra de un árbol. En las taquillas, ésta vez el CPF no sirvió para sacar entrada barata y tuve que pagar los 40R$ de rigor para los extranjeros. Pasé la cancela y me subí a uno de los autocares que llevaban a los turistas desde allí hasta el principio del circuito que bordea el lado brasileño de las cataratas. A partir de aquí no me salen las palabras para describir lo que presencié... Sin lugar a dudas, el mayor espectáculo natural que mis ojos han visto en la vida. Recorriendo poco a poco el camino vallado, iba embelesado mirando la belleza de todos los saltos de agua enfrente mío. Eran de una magnitud sin igual. Decenas y decenas de cascadas, de variedad de caudal y altura, el ruido ensordecedor del agua cayendo, el agua pulverizada que rodeaba todo el ambiente, incontables arco iris como coronando cada caída... Es indescriptible, de verdad. Lo mejor, como es habitual, es al final; en la pasarela que literalmente te introduce en el interior de las aguas y por un lado se puede observar la gigantesca cantidad de agua que baja y cae a tus pies, y por el otro desde arriba cómo vuelve a caer en otro abismo de turbulencia. Llama también la atención el colorido de las aguas, donde se mezclan el verde del río en calma, el blanco cuando se precipita abajo y el amarillo en las aristas del acantilado fluvial. En mayúsculas: MARAVILLOSO. 
En mi opinión, estando consideradas como una de las 7 Maravillas Naturales del Mundo, y echando un vistazo al resto de la lista, creo que son la maravilla Nº1. 
Tuvo lugar una simpática anécdota además: pese a la belleza del panorama, me escandalizó el hecho de que en algunos puntos del paseo del circuito hubiera basura tirada, bolsas de plástico desperdigadas, etc... A lo que una exclamación me surgió del pensamiento en voz alta:

- ¡Pero qué clase de desalmado puede perpetrar algo así en un lugar como éste!

Y un hombre, al escucharme, me contestó con media sonrisa:

- Son los coatíes pelotudos, que se meten en las papeleras buscando comida y sacan todos los desperdicios... ya podían poner tapas como en el lado argentino, ché!

Y, efectivamente, más tarde pude observar uno de éstos curiosos animales, que parecen mezcla de rata y oso hormiguero, realizar una de éstas fechorías en un contenedor de basura.


Tras unas 4 horas deambulando por allí atolondrado, en estado de shock, casi en parada cardio-respiratoria y con Síndrome de Stendhal agudo, salí del parque y me dirigí a la cita con Suso.
Me preguntó que qué tal las cataratas y no supe qué contestarle, sólo "puffffff....". Creo que entendió. Agarramos nuestras respectivas motos y le guié al Marco de las 3 Fronteras, donde ya estuve el otro día. Fue nuestra última "cabalgada" juntos. Posteriormente, en una terraza tomando unas cervezas y viendo un partido del Barça, me comentó que llegó a Curitiba el 31 de Octubre, ésto es 2 días antes de que yo partiera de allí, y que significa que estuve 2 días esperándole mientras él ya se encontraba en la ciudad. 

- Pero tío, ¿por qué no me dijiste nada? ¡si te estaba esperando!

- Es que estaba en casa de unos colegas y estaba muy liado...

- ¿Me estás diciendo que sabiendo que yo te esperaba no encontraste ni 5 minutos para mandarme un mensaje?

- Ya te mandé uno diciéndote que no me esperaras y que tiraras millas...

- ¡¡¡Pero no me dijiste que ya estabas en Curitiba, pensé que te habías demorado desde Sao Paulo!!!

- Ah... se me fué la olla tío...

En fin, ésto me pasa por pensar más en los demás que en mí mismo, supongo.
A pesar de la enésima decepción con Suso, no quise que la acritud invadiera mi carácter, así que cuando terminamos las cervezas, nos dimos un fuerte abrazo una vez más y nos despedimos ya definitivamente. Yo seguiré con "Pretinha", mañana hacia Florianópolis y posteriormente el Uruguay, y él, tras la venta de su moto (no sé si le puso alguna vez nombre pero la llamaré "La Breve" jejeje) continuará su viaje haciendo auto-stop hacia Asunción, en Paraguay. Seguro que le irá bien, ya que tiene vasta experiencia en éste medio de viaje.