viernes, 18 de julio de 2014

Capítulo 58: Hacia Florianópolis.

7 de Noviembre 2013.
Etapa 11: Foz do Iguaçú - Pato Branco/Clevelandia. 365 km.

Como ya insinué en la crónica de ayer, los planes previstos para la inminente entrada en territorio argentino se han tenido que cancelar. Al parecer, me ha sido imposible completar la transferencia de la moto en el Estado de Paraná puesto que es imprescindible un documento que llaman "Comprobante de Residencia". En Curitiba me aseguraron que aquí en Foz do Iguaçú me conseguirían el citado papel, pero se hicieron la picha un lío. No me queda mas solución que dar la vuelta e ir a la capital del Estado mas al sur, Florianópolis - Santa Catarina, donde me encontraré con mi viejo amigo de mis tiempos londinenses Marcelo González. 
Con esas, ésta mañana recogí la tienda en el hostel, me despedí de los compis moteros y me puse en marcha con la intención de hacer el máximo de kilómetros posibles. Al de 16 km de salir de Foz, paré en una gasolinera Ipiranga para repostar y cambiarle el aceite a la Pretinha, que ya le tocaba otra vez y hoy iba a exprimirla un poco. Entre pitos y flautas, salí sobre las 11 de la mañana dirección Cascavel, y en las cercanías, con ya 100 km en las espaldas, tomar un desvío hacia el sur, siempre dirección Francisco Beltrao. El perfecto asfalto se convirtió en un piso parcheado, lleno de baches, 1 carril por sentido e infinidad de camiones. Mucha concentración y muchas contracturas en espalda y hombros. El piso mejoró despues de casi 80 km y crucé el rio Iguazú por un paraje espectacular. Los siguientes 60 km me divertí en un trazado pleno de curvas que se presentó. Llegué a F. Beltrao y como todavía eran las 16:15 quise seguir hasta Pato Branco, distante 65 km. En un pueblo, la carretera daba un giro de 90 grados después de un semáforo y el camión trailer de mi izquierda me echó el remolque encima al girar y me tiró la moto. Todo quedó en un susto y varios mecawesuputamadres, ya que iba casi parado y la moto no sufrió desperfecto alguno afortunadamente. En Pato Branco busque alojamiento, pero era todo muy caro y ya era tarde para dar vueltas por la ciudad, así que decidí acampar por libre fuera del núcleo urbano. Tire unos 10-15 km más por la carretera, ví un campo de futbol a mi izquierda y busqué la casa más cercana para pedir permiso a los vecinos para montar la tienda. Sin problemas, dijeron, y allí mismo dormí.









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