viernes, 18 de julio de 2014

Capítulo 59: La cabeza en otro sitio.

8 de Noviembre 2013.
Etapa 12: Pato Branco/Clevelandia - Campos Novos. 
Km entre los 2 puntos: 295. Km realizados: 435.

Tremendo. Lo de hoy ha sido terrorífico para la pobre Pretinha, que me está respondiendo como una gudari... y todo culpa mía.
Me levanté tempranito con los primeros rayos de sol en el mini-Maracaná donde monté la tienda anoche, recogí todo con tranquilidad y me puse en marcha. Pasé Palmas y antes de llegar al cruce con la BR-153 paré un rato en un restaurante de carretera para desayunar, coger de la mochila algo de ropa de abrigo porque pegaba viento fresco y echarle un poco de aceite al motor. Aproveché también para pedir permiso al camarero para poner a cargar el celular. Bien, pues al de un rato reanudé el camino. Ya en la BR-153, tomé un desvío que ponia dirección Joaçaba, que era una de las ciudades por las que tenía que pasar, y realicé uno de los mejores paseos que he dado hasta ahora; curvas en cuesta, paisaje imponente, yo sólo en la carretera y todo eso... En Agua Doce paro a echar gasofa:

- Olá, boa tarde, gasolina aditivada por favor...
- Completo?
- Sí, completo. Voy bien para Joaçaba?
- Sí, por ésta carretera vas bien, pero tomaste el desvio equivocado, ibas más rápido por la BR-153.
- Sí? Bueno no importa, por ésta carretera voy solo y es una gozada... Por cierto, tienes hora?
- Las 13:00
- Mierda puta!!!!

No pasaba nada con la hora. Iba muy bien de tiempo, incluso mejor de lo esperado. Lo que pasaba era que justo en ese momento me acordé de que había dejado el móvil cargando en el restaurante aquel y se me olvidó cogerlo antes de irme. Y eso fue 70 km atrás....
Rapidamente, di la vuelta y realicé un raid frenético por la maravillosa carretera que previamente había disfrutado con calma y tranquilidad. Hice los 70 km de vuelta en poco más de media hora, pero sin percances, agarré el movil que me estaban guardando los tíos del restaurante, me autoridiculicé 100 veces delante de ellos y volví a ponerme en ruta, ésta vez sin olvidar nada.
Nada más salir de allí, un hijodelagrandisimaputa de esos de los que hay a miles en el mundo, se puso a adelantar un camión en el carril contrario al mío. El malnacido venía como un loco frente a mí y, como es costumbre parece ser en Brasil, el camión no aflojaba y el que adelantaba menos, así que... o me tiraba al arcén o me lo comía de morros. Ha sido el peor momento del viaje, pero lo salvé. Sólo mi casco sabe lo que llegué a jurar en hebreo, arameo y sánscrito...
Y 165 km después estaba en la ciudad de Campos Novos. He encontrado un hotelillo que por 35 R$ me dejan dormir, desayunar, escribir éstas crónicas y meter la moto sin soltar el equipaje de la parrilla en la cocina. 
Mañana llegaré a Floripa. Son 300 y pico km, pero creo que con lo de hoy puedo poner la mano en el fuego por Pretinha a que llegamos...


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