lunes, 9 de junio de 2014

Capítulo 45: La ruta de las delicias.

20 de Octubre 2013.
Etapa 2: Angra dos Reis - Paraty. 123 km.

Salimos de Angra sobre las 08:00 con un día espléndido de sol y calor por la carretera que rodea la pequeña península donde está situada la localidad... 1ª delicia, contínuo sube y baja con curvas al borde de la costa con multitud de islitas y ensenadas. Al parar en un paraje desde donde sacar buenas fotos nos percatamos de que de la Suzuki de Suso sale humo del motor. Al principio pensamos que sólo era un manguito que se estaba calentando en contacto con el metal candente, pero vemos que sale algo de aceite por algún lado... Sujetamos el manguito con una brida que portaba en la mochila para imprevistos como éste y seguimos camino hacia Paraty. En una larga recta Suso de nuevo detiene la moto: está perdiendo muchísimo aceite. Acordamos que él va a intentar llegar a Paraty por el arcén a 40-50 km/h. y yo le espero en un camping de allí. Liberado en cierta manera, me dispuse a disfrutar de los 70 km que faltaban en solitario por ésta maravillosa carretera que es la Rodovía Río -Santos. 2ª delicia. No se puede explicar la sensación de ir en moto por aquellos parajes, a mí al menos no me salen ahora los adjetivos... 
Ya en el camping, con Suso y con las tiendas montadas, fuimos a la playa de Jabaquara, que se encontraba ahí al lado... 3ª delicia. Para describirla ya están las fotos. Después en el pueblo de Paraty alucinamos con lo bonito que es: casas blancas, calles empedradas, iglesia a pie del mar... bucólico no, lo siguiente. 4a delicia.
Y bueno, ésta mañana (*) me he despertado a las 04:45 y he visto amanecer en la playa. Era para aplaudir, joder...
Ahora hemos llevado la Suzuki al taller y por lo visto el problema es la junta de la culata que hay que cambiarla y no llegaría la pieza hasta el jueves. Hemos decidido ir como ayer hasta Ubatuba, donde hay un taller Suzuki donde quizás tengan la pieza, Suso despacio al cuidado de rellenar aceite y yo esperándole allí.

(*) La crónica es del día 20, pero está escrita el 21 por la mañana, antes de la siguiente etapa.

























Capítulo 44: GO!

19 de Octubre 2013.
Angra dos Reis.

Etapa 1: Río de Janeiro - Angra dos Reis. 175 km.

Con miedo a que me volviese a fallar la burra, nos pusimos en marcha a las 05:20 de la mañana, para no pillar el terrorífico tráfico de Rio. Ésta vez sí, pudimos disfrutar tranquilamente en moto de las avenidas de las playas de Copacabana e Ipanema, el paseo que conecta con Leblon y Sao Conrado, el túnel que pasa por debajo de la enorme favela de Rocinha y las ampísimas calzadas de la Avenida das Américas que atraviesan el exclusivo barrio de Barra da Tijuca. Salimos de la ciudad sin ningún problema... hasta parar a desayunar en una localidad llamada Paciencia. Pues sí, allí fue lo que tuvimos que tener en gran cantidad: al volver a arrancar despues del desayuno ésta vez era la moto de Suso la que no quería ponerse en marcha... A base de empujón en 2ª conseguimos que arrancara y llegar a un taller mecánico donde la echaron un vistazo y el mecánico sentenció que era algo del carburador. Le echó un poco de gasolina y no sé qué más hizo pero volvió a arrancar, así que volvimos a la carga.
Después de rodar unos 40 km más, nos damos cuenta que hemos errado el camino y que volvíamos a Río por el norte.... Río no nos quiere dejar escapar. Damos la vuelta y después de andar lo andado tomamos el desvío correcto hacia Angra. Poco después, nos para la Policía Federal en el puesto de control. Poli bueno, poli malo. El malo para mí. Me dice que mi permiso de conducir internacional no está en portugués, le paso unas cuantas páginas y ahí lo tiene traducidito. Se lleva los 2 carnets, el internacional y el mio original europeo. Me olía mal, pero al rato sale y dice que todo bien, que continuemos, que buen viaje.
Al rato paramos en una gasolinera y la Suzuki de Suso se vuelve a parar. Otro empujón y palante, hay que llegar a Angra. Pero empezamos a rodar por la carretera costera, que tanto nos habían recomendado hacer en moto por lo alucinante que es y comenzamos a flipar también. Unas vistas impresionantes del mar con decenas de islotes, y rodeando cada islote un anillo celeste, la costa escarpada.... una pasada. Paramos un rato en Mangaratiba a descansar un poco y ver un poco todo aquello. Una vez saciados, esta vez si, sin parar hasta Angra dos Reis por ésta maravillosa carretera.
Hemos llegado a Angra, justo para dormir una noche en hotelito por 25 reales cada uno y para que a Suso le arreglen lo que tenga la moto. Por cierto, la mía va de cine de momento. Estoy empezando a creer que el sonido de una moto arrancando es un placer comparable al sexo...
Cuando Suso regresó del mecánico, no traía muy buena cara: ésta vez le han dicho que se trata de un problema del motor, de la culata más concretamente. Ésto significa que la va a tener que llevar a un especialista de Suzuki y que dictamine cuánto va a costarle repararla. 
A parte de éstos quebraderos de cabeza, está la parte lúdica del viaje. Estamos en Angra Dos Reis, una localidad costera y turística muy famosa en todo el continente. Los paisajes en ésta zona del litoral son increíbles, con multitud de islotes frente a bonitas playas. De aquí salen los barcos hacia Ilha Grande, una isla mayor de gran belleza natural. Mañana aprovecharemos la salida del pueblo por la carretera de la costa hasta conectar con la vía principal, hacia Paraty...
















Capítulo 43: Salida en falso.

18 de Octubre 2013.
Río de Janeiro

Etapa 0: Botafogo - Copacabana. 4 km.

Mala suerte. Hoy ha sido un día realmente para olvidar. Sobra decir que no hemos podido salir de Río de Janeiro debido a un incidente con mi moto que paso a relatar:

Nos levantamos a las 05:00 de la mañana, acompañados por Lee y Estela, de quienes nos despedimos efusivamente en la puerta del hostel Río Nature de Botafogo, y arrancamos de allí antes de que el tráfico se pusiera imposible. Rodeamos un par de manzanas para salir del barrio y nos adentramos en el túnel que conecta con Copacabana. Ahí mi moto empieza a hacer extraños, pero sigo adelante pensando que quizás la presión de los neumáticos no es la adecuada, ya que la moto va como pegando saltitos. Giramos para tomar la gran avenida que bordea la mítica playa, y a la altura del lujoso hotel Copacabana la rueda delantera pega un bote tremendo. Me detengo, miro a ver qué puede haber pasado y me llevo el índice y el pulgar al entrecejo: increiblemente he llegado hasta allí con el pitón de seguridad puesto en la rueda. Ahora estaba totalmente enrollado en la parte exterior del eje. Un milagro que no me ha dañado ningún radio de la rueda. Unos golpes con una llave que me cedió un taxista y conseguí sacar el objeto, que fué directamente a la basura. Una lástima, tendré que comprar otro por si las moscas. Bueno, la cosa se quedó ahí y ya podíamos reanudar el viaje. Presiono el botón de encendido y.... nada, no arranca la jodida. 2 horas después, tras varios intentos y búsquedas de mecánicos por la zona, probamos a ponerla en marcha empujándola en 2ª marcha, y funcionó. Ya era bastante tarde para salir de Río, así que decidimos regresar al hostel y llevar la moto al mecánico a ver lo que le pasaba. Éste me dijo que se debía a la bombilla del faro delantero, que era de coche y se chupó la carga de la batería. Solución: batería y bombilla nuevos. Para lo cuál tuve que ir en la misma moto a comprarlos a la tienda. Para más inri, por el camino rocé con la maneta del embrague el retrovisor de un taxi y tuve que apoquinarle al taxista 50 R$, cosa que hice en el acto; no quería líos con los seguros y menos aún cuando todavía no tengo hecha la transferencia de la moto.
Ya con la moto reparada y con todo el bajón por lo que había supuesto el primer día de ruta, regresé al hostel hacia la hora de comer, y me limité a matar el tiempo y bromear con los amigos que dejamos allá por la mañana. A ver mañana si por fin comenzamos con mejor pié... o rueda.







Capítulo 42: Reflexiones.

17 de Octubre 2013.
Río de Janeiro.

Nuestro último día en Río antes de empezar por fin el viaje de verdad: la ruta en motocicleta por América del Sur. Próxima parada, Angra dos Reis; por la carretera de la costa Río - Sao Paulo. 
Río ha supuesto un cambio de inflexión en mi vida. He puesto en práctica todo lo aprendido a muchos niveles con resultados muy satisfactorios. Lo más importatne es que siento que he perdido gran parte de los miedos que antes me llegaban a atenazar en diversas situaciones. Me siento bastante seguro de mí mismo y que ya no soy una mera comparsa en el viaje de Suso, sino que he tomado las riendas de mi propia aventura, aún realizándola juntos. Modestia a parte, gran cantidad de situaciones comprometidas se han solventado gracias a mi intervención, lo que ha producido que muchas personas a mi alrededor me traten con gran respeto, algo que muy pocas veces había podido experimentar. Y eso, a su vez, me produce un sentimiento recíproco: cuanto más respeto me profesan, más respeto me inspiran todas esas personas. Entre todas ellas quiero mencionar a Lee Wilson y Shane Hunt, hombres de mediana edad pero con un espíritu joven y aventurero con el que me siento muy identificado.

A partir de mañana, comenzaré el relato de la ruta etapa por etapa. Hasta ahora he escrito éstas crónicas día a día, pero resulta bastante agotador, así que limitaré las escrituras a los días de trayecto, relatando todos los pormenores, incidentes y anécdotas destacables que nos vayan ocurriendo en todos esos días. ¡Ésto es muy excitante!