jueves, 4 de febrero de 2016

Capítulo 77: Fané y descangayado.

8 de Diciembre 2013.
Buenos Aires.

Os paso a relatar un poco lo que han sido éstos 4 días en la capital de Argentina, ya que mañana nos dirigimos hacia el sur, a la Patagonia atlántica.

Después de instalarme en el rebuscado hostel, que no sé ni el nombre del establecimiento, ya que no lo especifica por ningún lado pero está situado al parecer en el exclusivo barrio de Palermo, me he dedicado básicamente a reponer fuerzas y pertrechos para la moto, poner en regla algunos asuntos del seguro en la oficina central de la agencia, cambiar moneda y visitar el centro de la ciudad. Ésta ciudad es inmensa, tiene unos 10 millones de habitantes sin contar todo el área metropolitana, con la cuál se acercaría a los 20. Aquí en el centro las calles y avenidas son amplísimas; por ejemplo, la cercana Avenida Córdoba tendrá como 8 o 10 km. de longitud y con 4 o 5 carriles para cada sentido de la marcha. El problema que tienen para la circulación es que no hay líneas que delimiten los carriles y que hay semáforos cada 200 m. En éstas condiciones y con la densidad de vehículos en horas clave, el resultado es un caos monumental. Al menos en moto se hace mucho más llevadero, pero también más peligroso para la integridad física de uno. 
Me comentaron que para cambiar euros y dólares a buen precio, lo mejor es ir a Las Cuevas. Se trata de una calle peatonal adyacente a la Avenida 9 de Julio, donde ésta el enorme y famoso obelisco, y que es una de las calles más anchas del mundo. Aproveché para viajar en el metro, o "subte", como lo llaman aquí, y además del obelisco, visité los exteriores de la Casa Rosada, la Plaza de Mayo, la Catedral de estilo neoclásico, el Congreso de la Nación...

Tenía que comprar algunos recambios para la Pretinha, así que me dirigí a la Av. Puyrredón, donde me dijeron que había numerosos establecimientos dedicados a la moto. Quería mirar la posibilidad de instalar una pantalla deflectora de metacrilato para el viento, así que pregunté en una tienda, donde me sacaron la única que tenían. 

- ¿Puedo probarla a ver si vale en el manillar de mi moto? la tengo ahí fuera mismo...
- Si claro, por supuesto.

Salí, la probé y entré de nuevo.

- Lo siento, no me sirve, los anclajes no encajan bien con la forma del manillar...
- Pero entonces, ¿no la vas a comprar? ¿para eso me hiciste sacarla del envoltorio, flaco?
- A ver... ¿cómo quieres que te la compre a ciegas? Antes tendré que comprobar si me sirve o no, lo he hecho y no me sirve, qué hago ¿te la compro y después la tiro a la basura?
- Ché, aquí no hacemos así las cosas...
- No sé si las haréis de otra forma o estás intentando quedarte conmigo, pero es de sentido común probar una pieza antes de pagar o no por ella...
- Pero me hiciste perder mi tiempo flaco, y...
- Y tú el mío campeón, venga, gracias por nada.

Por lo menos compré un par de alforjas de cordura, pero fue en la tienda de enfrente.

Ya ayer, mis amigos Mark y Sanne, que estaban alojados de couchsurfing en un piso de Villa Crespo, contactaron conmigo para invitarme a una salida nocturna. Ellos ya habían estado anteriormente en Bs.As., cuando llegaron procedentes de Europa, y conocían un local de baile de tango, donde querían llevarme. Después de unas cervezas en el Antares de Palermo, nos dirigimos al sitio. Su nombre era La Catedral, al parecer un local muy famoso y visitado de la capital, pero al menos por fuera no lo parecía. Una puerta cualquiera, una mesa de camping y un señor para cobrar entrada. El interior ya era otra cosa: suelos de madera, un ambiente oscuro y añejo, una decoración que no sabría cómo describir.... con una gran foto de Carlos Gardel y un enorme corazón colgando del techo. Nos sentamos en una mesa y allí cenamos, bebimos y nos empapamos de tango. Cabe decir que ninguno de nosotros se atrevió a salir a la pista, porque sin duda hubieramos hecho un ridículo espantoso, tal era el nivel de los que sí se arrancaron. Pero nos lo pasamos genial, y les estoy muy agradecido a mis amigos por llevarme allí a vivir esa experiencia.


El Obelisco, en la Av. 9 de Julio.

Metropolitano de Buenos Aires.

La Casa Rosada.

Fachada del Banco de la Nación.

Plaza de Mayo.

Catedral de Bs. As.

Guagua frente al Congreso.

El Congreso de la Nación Argentina.

Barrio de Palermo.

Unas cervezas en el Antares de Palermo con mis amigos.

Parejas bailando en La Catedral del tango.

Ambiente añejo en La Catedral.

El gran corazón colgante de La Catedral.

También se arrancaron con unas milongas.



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