miércoles, 11 de junio de 2014

Capítulo 48: Crossroads.

24 de Octubre 2013.
Etapa 4: Ubatuba - Guarujá. 215 km.

Bueno, hoy tocaba de nuevo ponerse en ruta, ya que a Suso le arreglaron la moto, al menos el tema de la junta de culata. Ayer por la noche hablando de los planes en Sao Paulo me confesó su intención de quedarse varios días en esa ciudad, ya que tiene amigos allí viviendo y necesita tiempo para estar con ellos. Mi idea era estar como mucho 2 días en esa monstruosa urbe de 20 millones de habitantes, así que fiándome de lo que me decía el seso, llamémoslo intuición, decidí no acompañarlo en su estancia paulista. En un tramo de la ruta de hoy, el camino se bifurcaba, uno a la derecha dirección Sao Paulo y otro a la izquierda, hacia la ciudad costera de Guarujá, desde donde estoy escribiendo. Pero comienzo con la crónica del trayecto:
Salimos de Ubatuba hacia las 9 y cuarto más o menos con solillo y bochorno típico brasileño, y de nuevo retomamos la deliciosa carretera costera BR-101. Ésta vez fue menos deliciosa debido a que un gran tramo hasta Caraguatatuba era todo travesía, con contínuos badenes también ya típicos de Brasil (casi parece Camboya porque son como minas, en lugar de antipersona son antiamortiguadores, antiembragues y anticonducción económica). Después ya empezamos a pillar curvas y curvas y cuestas arriba y pendientes abajo, con los fascinantes paisajes costeros de costumbre. Lástima que se levantara un viento del carajo justo cuando comenzamos un larguísimo tramo de rectas interminables, al término del cual vino la temida bifurcación donde mi compi y yo debíamos separarnos. Aparcamos a un lado del arcén, nos hicimos una foto y nos dimos un fuerte abrazo con la promesa de volvernos a encontrar en la ruta y seguirnos mutuamente por internet.
Así pues, Suso se monta en la Suzuki y.... no arranca. Me dice que le empuje en 2ª, que quiere llegar a Cubatao como sea. Le empujo y parece que arrancó, pero me tengo que dar la vuelta porque perdí mi moto de vista, que estaba aparcada atrás en el arcén y con el motor encendido. Me monto, cojo mi desvío e indico para meterme en la isleta, pero echo la vista a la derecha y ya no veo a Suso. Supongo que arrancó y tiró millas. Con lo cual ya pillo y tiro yo hasta Guarujá, que estaba a tan sólo 10 km de allí.
Al llegar, voy al hostel que previamente había mirado para alojarme, apago la moto, me instalo y al volver a arrancar la moto para meterla dentro.... tampoco arranca. A todo correr, voy a un taller y me cargan la bateria, que se habia descargado por no se sabe qué motivo. Mañana iré a la Yamaha aquí en Guarujá y a ver qué me dicen.
Y después mas ruta, hacia Ilha Comprida.







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