lunes, 8 de febrero de 2016

Capítulo 84: Por el país de las Maravillas.

19 de Diciembre 2013.
El Bolsón.

Etapa 29: Esquel - Trevellin - Parque Nacional Los Alerces - El Bolsón. 205 km.

Sin lugar a dudas, la etapa más maravillosa hasta la fecha. Tanto es así, que al final he tenido que darle algo de zapatilla porque no hacía más que detenerme a sacar fotos y grabar con la cámara onboard... 

Y es que ésta mañana me lo he tomado con calma; tras desayunar bien, poner varias cosas en orden y volver a empacar la moto, he quedado con Anna y Marta, las 2 chicas catalanas que conocí ayer en el hostel, en encontrarnos en El Bolsón. Ellas viajan haciendo autostop e iban por la Ruta 40, más transitada. Yo, sin embargo, quise hacer la ruta bonita; atravesando el Parque Nacional de Los Alerces. Llené el depósito y me puse en marcha, dirección Trevellin. Trevellin es un pueblito fundado tiempo atrás por inmigrantes galeses que se establecieron en ésta zona del Chubut. Dando una vuelta por el pueblo me doy cuenta de que el legado es evidente: la arquitectura de las casas, la grafía plasmada en los letreros, la panadera rubia blanquísima de grandes ojos azules... Seguidamente tomé el desvío hacia el Parque Nacional. Buena carretera, curvas por doquier. Tras doblar una de ellas aparece una planicie impresionante, completamente rodeada de montañas, en medio de la cual una laguna de aguas calmas. Sigo adelante y me adentro en los límites del parque.... La carretera sigue inmejorable zigzageando, subiendo y bajando; una verdadera delicia para ir en motocicleta. Aparece el lago Futalaufquen y la buena carretera se termina: un cartel me anuncia calzada en construcción los próximos 70 km. Como ya sabía de antemano dónde me metía, continué sin pestañear; no quería perderme ningún detalle de nada. El ripio sobre el que rodé en Valdés con Mark y Sanne era una autopista alemana comparado con el camino por el que ha transitado hoy la Pretinha: pura grava de la gorda, incluso piedras como puños en el camino, además de algunos tramos muy poco compactados. Las lecciones de Mark han venido hoy de la ostia, porque era realmente difícil. Más cuando vas bordeando literalmente un lago bellísimo rodeado de picos nevados y tienes un ojo en Roma y otro en Lisboa... Como he comentado antes, era una maravilla tras otra y no paraba de detenerme a sacar fotos. He tardado como 3 horas y pico en recorrer esos 70 km y gastado más de medio depósito, pero cómo ha merecido la pena txabales...

Al llegar al pueblo de Cholila, he parado en una gasolinera a repostar y comer algo, y he continuado ya en asfalto, conectando de nuevo con la Ruta 40, directamente a El Bolsón. Es otra localidad en un valle, al igual que Esquel, con muchas atracciones turísticas al alcance. He encontrado el hostel donde se hospedan mis amigas catalanas y me he pegado una ducha cojonuda, pues estaba totalmente hasta las cejas de polvo. También de sudor, ya que hoy ha hecho otro día de calorazo, y van....


Mañana por fin saldré para Bariloche, donde permaneceré algunos días visitando todo lo visitable y por supuesto a ver si la ilusión del currelo allí se materializa....


Entrando en el P.N. Los Alerces.
Descanso a orillas del lago Futalaufquen.
Pequeña ermita entre el bosque de alerces.
Duro camino de ripio, no era fácil.
Una maravilla rodar por parajes así.
Lago Rivadavia.
Picos afilados como cuchillas, desde Cholila.
Coche desvencijado.





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